Y llegó el mundial, con su suerte loca, sus pitos y sus gaitas. ¿ Entrará la pateada bola por el etéreo agujero de nuestras
eunucas fantasías? ¿ Podremos pavonearnos, como machos en celo, ante la extranjería futbolera de allende los mares como nuevos conquistadores de espacios tan solo reservados por el divino Olimpo a los elegidos? ¿ O volveremos cuarteados como siempre y con cara de circunstacias gimiendo cuán Felipe II por ser vencidos por las inclemencias arbitrales; jugando mejor que nunca y eliminados cono siempre?.
Mientras la crisis se agrava, el vulgo se toma un respiro. Como se dijo siempre: PAN y CIRCO.
Más otro más acorde con las nuevas circunstancias replicó. ¡ Mucho circo, sí, pero que pasa con el pan!
¡ Más madera! dijo Groucho. ¡Más dinero! reclaman la bocas insaciables de cajas y banqueros mientras subastan nuestras más queridas pertenencias: trabajo y dignidad.
La crisis, algún día se irá y se llevará con ella lo mejor de nosotros, porque no supimos aprovechar la ventaja que nos dió, el acabar de una vez con las causas que la produjeron.
Cuán PILATOS, NOS LAVAMOS LAS MANOS. Y dejamos salir imdennes a los culpables de nuestra desgracia.
Y cuán Herodes sacrificamos a inocentes para mantener a los mismos en lo alto.
Y llegó el mundial. Y llegará el verano, con sus playas, verbenas y saraos. No queda tiempo ya para más. Y mucho menos para pensar. Esta vez nos catean de nuevo en septiembre y purgaremos con una huelga general.
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