Si D.Quijote levantara la cabeza de nuevo, no vería molinos sino bancos y no arremetería contra gigantes sino contra especuladores.
Así es, querido Sancho, ora es de reescribir la historia con nuevas hazañas que nos lleven a lomos cabalgando hacia el sitio, que por derecho propio, nos corresponde en la inmortal memoria de los hombres.
Piensa, amigo, que no se forja el destino sin lucha. Camarada soy del pueblo esclavizado por las hordas del poder y del dinero.
Y en este empeño, que es mi vida, estoy dispuesto a dejarme hasta la última gota de mi sangre.
Juntos haremos historia. Yo en mi ciega y loca lucha. Y tú, a mi lado, enjugando el sudor de mis peleas y enderezando el rumbo de mis desvaríos.
Y pongo a Dios como testigo, que no cederá mi empeño por liberar al oprimido de las afiladas garras de los magos negros. Sicarios del Gran Capital y Especuladores de la Gran logia del genio Mambrinus.
Y si es preciso, abatiré con mis propias manos, las altas torres donde se esconden sus oscuras legiones de masones conspirando sin el beneplácito de las buenas gentes y asumiendo, por ellos, su destino.
Ora es que caigan, los que izados por sus mentiras, aupamos; para luego ignorarnos con desprecio y dejarnos abandonados a nuestra ruina.
Querido, Sancho, si tú vieras como yo en donde estamos, dejarías de pedirme pan y circo y lucharías, sin dudarlo, a mi lado.
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