viernes, 31 de diciembre de 2010

PROLETARIOS DE MUNDO: ¡UNÍOS!

PROLETARIOS DE MUNDO: ¡UNÍOS!

Escrito por: Antonio Rodríguez Rubio el 31 Dic 2010 - URL Permanente


2.010, annus horribilis.
2011, annus tremendus.
Horribilis et tremendus; son todos los años para los desheredados.
Ab aeternum. Miserere mei.
El hombre y desde que aparece como tal, ha necesitado creer en algo. Al principio y no encontrando respuestas a sus dudas inventaron los dioses. En nuestra filosofía y en la Grecia clásica, se pasó con el conocimiento del mito al logos: inteligencia, pensamiento, razonamiento, estudio o sentido. La metafísica.
Cuando Carlos Marx aseveró aquello de: “La religión es el opio del pueblo”, no andaba exento de razón ya que las religiones habían venido sometiendo a los pueblos de la mano de los otros poderes. En el “Antiguo régimen”, se daban los tres estados o estamentos: La monarquía, la nobleza y el alto clero; contra ellos se dirigió la Revolución Francesa. Pero despojarlos del poder es harto difícil, como el Ave Fénix se rehacen de sus cenizas, quizá con otra apariencia. Por ello la aseveración de Marx sigue teniendo vigencia. Sólo que, los dioses están cambiando.
Ese cuento que la Biblia, a lo largo de los siglos fue acomodando los hechos a su concepción teológica. Los judíos que se libraron de la esclavitud de Egipto, cayeron en la nueva esclavitud de adorar al becerro de oro.
Después de todas las luchas obreras con lo que conllevaron en los siglos XIX y XX, creyendo las patrañas que se iban sembrando por los poderosos de que se vivía en un “estado de bienestar”, se olvidaron las penalidades de nuestros ancestros para llegar a ese estado y se empezó a adorar al becerro de oro. El becerro de oro se llama consumismo y la forma de conseguirlo es la competitividad.
Hemos entregado nuestra libertad al becerro de oro. Habrá que romper las tablas de la alianza. Debe surgir el mundo nuevo sobre el “nuevo orden mundial”.
Lo que ocurre es que no tenemos caudillo. Estamos huérfanos de grandes líderes que nos conduzcan a la victoria final. Hay “caudillos” locales y no universales.
Por ello, debemos rescatar a los filósofos que dieron lugar primero a la Revolución Francesa y después a la lucha obrera. Los segundos herederos de los primeros.
Cuando citamos a estos filósofos, nos suelen llamar retrógrados. Dicen que esas ideas están anticuadas. Pero lo dicen aquellos que quieren a toda costa mantener el “nuevo orden mundial” y una sarta de imbéciles que los siguen como fieles perros.
Ese gran escritor que fue Miguel Delibes Setién, en su libro “Los santos inocentes”, nos retrató con fidelidad de notario una época obscura de nuestra historia no tan lejana. Esa es la España que quieren los herederos del franquismo disfrazados de demócratas. Pero lo peor no son esas pretensiones que son las que han tenido siempre, lo peor es que los desheredados no se levanten contra ellos. El opio los tiene adormecidos, drogados y fáciles de manejar. La perversión de este sistema, es la mayor que se haya conocido desde el principio de los siglos. Los dueños de esclavos, por lo menos los tenían que alimentar; ahora, ni eso. Es el perro que anda suelto pero arrastra la soga al cuello.
Se invocan sacrosantas leyes si de beneficio sirven a los amos del mundo. Las leyes de hoy día, las dicta el gran capital. Nuestros parlamentos son títeres en manos de los poderosos.
Espero de este año que empieza conciencia de los pisoteados para que acepten que lo son y se revelen. Que vuelvan a creer que su única fuerza es la unidad sin fisuras contra el opresor. Creer que juntos podemos.

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